domingo, 17 de julio de 2011

Libros de ética y moral para enfermos sicóticos.

Imaginaos a Bukowski sin alcohol, o a Hendrix sin crack, o a Morrison
sin las pupilas dilatadas. ¿No sería un mundo de locos?
¿Qué hace al loco realmente loco, o al sano realmente sano?



Un hombre sale de su casa con una Beretta 9mm sujeta con el cinturón por
la parte de la espalda.
Va a la cafetería de siempre y pide lo de siempre: dos tostadas con mantequilla
y azúcar, un café solo con mucho azúcar y un vaso de zumo de piña.

Media hora más tarde sale de allí, coge el autobús y llega al trabajo.
Llega diez minutos tarde.
Recorre los pasillos de la oficina mientras las mujeres apartan la mirada
cuando pasa, mientras la Beretta 9mm le presiona fuertemente la rabadilla,
casi sin dejarle pensar.
El único que repara en él es su jefe.
-Es usted subnormal, o solo se lo hace?

Silencio. "Empezamos bien".

-Es la cuarta vez que llega tarde; debería haber una ley que permitiera colgar de los huevos a inadaptados como usted.

Silencio. "La cuarta vez en diez años? Bravo, su memoria me commueve".

-¿No dice nada? Joder, con la cantidad de gente capaz en este mundo de hacer
este trabajo (lo cual no es muy difícil) y me toca aguantar a un cagón como usted. Ostias! hasta un mono ciego lo haría mejor!

Silencio. "Ahora la toma con el mono..."

-Siéntese y empieze su trabajo.

Ocho irrelevantes horas después, recorre el mismo pasillo, como única despedida
una sonrisa al de mantenimiento (siempre le había caído bien), y la Beretta 9mm
sigue en su sitio.

Coge el mismo autobús en dirección contraria y entra en el bar que hace esquina con la calle en la que vive.
Pide la clara de siempre, y a ésta le siguen cuatro más, como siempre.

Vuelve andando a casa mientras el sol se pone; abre la puerta, y allí está su
mujer, follándose al vecino de enfrente, la tele encendida, retransmitiendo
el cotilleo a todo volúmen para amortiguar el sonido de los gemidos.

-Vaya!ya estás aquí? Te presento a Carlos.

"un placer!"

Entra al baño. Saca su Beretta 9mm, respira hondo.
"allà vamos"

Coloca el cañon dentro de su boca y aprieta el gatillo.

Irónico? No más que Bukowski sobrio, o Hendrix limpio, o Morrison
sin las pupilas dilatadas.

5 comentarios:

Asolada dijo...

Tan sólo son conceptos. Y las palabras se pueden retorcer tan, tan bien, que se podría argumentar sin dificultad tanto la postura del loco como la del cuerdo. Y por las mismas razones, además.

No hay nada que indique que soy una loca demencial. Ni persona. Ni cabal.

nobody as himself dijo...

Bingo!
Creo que, pudiendo elegir, y teniendo a nuestro alcance todos los argumentos posibles, prefiero considerarme un loco.

Asolada dijo...

Entonces, he aquí dos locos haciendo uso del argumento que termina reventando a los mismos.

Paradoja.

Marián dijo...

Si se me permite terciar...

A los dos locos que me preceden, que muy bien pueden crear arte...eso es una consecuencia muy normal.

Desde Gengis Kan, pasando por Saulo de Tarso llegando hasta Enrique VIII...siempre hay razones para matar...¿cordura?

Y los locos también lloran...

nobody as himself dijo...

Si quereis voy trayendo los cartelitos estos de INSANE para los tres...

un abrazo a ambos :)